Juan Pablo Duarte y Díez (26 de enero de 1813, Ciudad de
Santo Domingo, Provincia de Santo Domingo - 15 de julio de 1876, Caracas, Estados Unidos de Venezuela) fue un
profesor, militar, político, masón y activista liberal dominicano.
Es junto a Francisco del Rosario Sánchez y Matías Ramón Mella, uno de los Padres de la Patria y fundadores de
la República Dominicana. Ideó y presidió la
lucha de varias organizaciones civiles-político-militares clandestinas como La
Dramática, La Filantrópica y la más conocida, La Trinitaria,
creadas para luchar contra la invasión haitiana y
por la independencia de la República Dominicana.
Duarte, aun siendo exiliado supervisó y financió en
gran medida la guerra de independencia llevada a
cabo por sus compañeros de lucha, lo que derivó en su ruina económica y la de
su familia, poseedora de amplias riquezas provenientes de los negocios de
comercio marítimo que realizaba su padre.
Su visión liberal y masónica se vio socavada por los afrancesados,
que pretendían hacer que la recién fundada nación se volviera un protectorado
francés, mientras que los conservadoras,
pretendían reincorporar el territorio a España. Sin embargo, sus ideales
democráticos han servido como principios rectores para la mayoría de los
gobiernos dominicanos. Su iniciativa lo convirtió en un mártir político
a los ojos de las generaciones posteriores.
En 1842, Duarte se convirtió en oficial de la
Guardia Nacional Haitiana. En 1843 participó en la «Revolución Reformista»
contra el gobierno de Jean Pierre
Boyer, quien amenazaba con invadir la parte occidental de la isla
con intención de unificarla6.
Tras la derrota del presidente haitiano Charles
Herard y la proclamación de la independencia dominicana en
1844, la Junta formada para designar al primer
gobernante de la nación eligió por mayoría a Duarte para presidirla pero él
declinó la propuesta, tomando el cargo en su lugar Tomás Bobadilla.
Duarte sostuvo fuertes desacuerdos con sectores
conservadores, en especial con el terrateniente Pedro Santana,
quien consideraba que el territorio debía reincorporarse a España. De estas
pugnas, Santana salió fortalecido de manera temporal mientras que Duarte en
cambio sufrió varios destierros. No obstante, a la postre, prevalecieron sus
ideales liberales y separatistas.
Duarte vivió sus últimos años exiliado en Venezuela debido
a los conflictos políticos y militares que existían en la República Dominicana los cuales
constituían un serio peligro para su integridad. En Venezuela fue recibido y
acogido haciendo de esta tierra su segundo hogar, quedándose a vivir en este
país hasta finalmente morir en la pobreza en 1876.
Historia
Nació el 26 de enero de 1813 en la Ciudad de Santo Domingo durante el
período conocido como la España Boba, en el seno de una familia
de clase media-alta que se dedicaba al comercio de artículos de marina y
ferretería en la zona portuaria de Santo Domingo8. En sus memorias, el
trinitario José María
Serra de Castro le describió como un hombre de tez rosácea, labios finos, ojos azules, y cabellera
rubia que contrastaba con su negro y espeso bigote. Hijo de Juan José Duarte Rodríguez
(próspero comerciante peninsular procedente
de Vejer de la
Frontera, Cádiz, Península Ibérica)
y Manuela Díez Jiménez (natural de Santa Cruz de El Seybo, hija del colono
español Antonio Díez Baillo y de la criolla Rufina Jiménez Benítez). Duarte fue
el cuarto de once hermanos, siendo los más conocidos Vicente Celestino, comerciante de madera
y Rosa Protomártir, quien se desempeñó como
periodista y maestra. Ambos tuvieron una activa participación en la causa
independentista de su hermano.
En 1801, los padres de Duarte emigraron desde Santo
Domingo cuando estaba ocupada por los franceses a Mayagüez en la Capitanía
General de Puerto Rico, evadiendo la imposición del estado francés
en el lado oriental de la isla. Esta transformación de la parte española de la
isla se hizo evidente el año anterior, cuando Toussaint
Louverture, el gobernador de Saint-Domingue (actual Haití), una colonia francesa situada en el
tercio occidental de La Española, tomó el control de Santo
Domingo, situado en la parte oriental de la misma. En ese
momento, Francia y Saint Domingue estaban
pasando por exhaustivos movimientos sociales, a saber, la Revolución Francesa y
la Revolución Haitiana.
En la ocupación de la parte española de la isla, el gobernador Toussaint
Louverture, estaba siguiendo las indicaciones otorgadas por los
gobiernos de Francia y España en el tratado de la Paz
de Basilea, firmado en 1795, en el cual España le había cedido la parte
española a Francia.
A su llegada a Santo Domingo, Louverture intentó
abolir la esclavitud, que en
la parte española tuvo características patriarcales. En 1822 luego de la
ocupación haitiana su líder Jean Pierre Boyer, trató también de abolir
la esclavitud pero los únicos esclavos que encontró eran domésticos y vivían
con sus amos como familia. Louverture quiso convertir al francés las viejas
instituciones españolas y restablecer la economía de plantaciones en ambos
lados de la isla. La Capitanía
General de Puerto Rico seguía siendo parte de España, y al
estar Mayagüez tan cerca de La Española, al otro lado del Canal de la Mona, se había convertido en
refugio para los que como los Duarte, no aceptaban el gobierno francés. La
mayoría de los historiadores suponen que el primer hijo de los Duarte, Vicente
Celestino, nació allí, en Mayagüez. La familia regresó a la Capitanía
General de Santo Domingo en 1809, después de la Guerra de la
Reconquista liderada por el criollo Juan Sánchez
Ramírez, restableciendo la soberanía española en Santo Domingo.
En 1819, Duarte se inscribió en la escuela de Manuel
Aybar donde aprendió lectura, escritura, gramática y aritmética. Fue discípulo
del Dr. Juan Vicente
Moscoso con quien realizó estudios superiores de latín, filosofía
y derecho, debido al cierre de la universidad por parte de las autoridades
haitianas. Después del exilio del Dr. Moscoso a la Capitanía General
de Cuba, su rol fue continuado por el sacerdote procedente del Virreinato del Perú Gaspar
Hernández.
La independencia efímera y
su contexto
El 1 de diciembre de 1821 Duarte tenía apenas ocho
años cuando el escritor, político, liberal y masón José Núñez de
Cáceres declaró, por breve tiempo, la separación de la Provincia
Española de Santo Domingo de España y cambió el nombre de la exprovincia
española por el de Estado
Independiente de Haití Español. Núñez de Cáceres representaba a
un selecto y privilegiado grupo de hombres burgueses cansados de ser ignorado
por la Corona y preocupado también por el nuevo giro liberal de Madrid. El proceso liderado por Cáceres, no
fue un hecho aislado. La década de 1820 fue una época de profundos cambios
políticos en todo el Mundo atlántico español y que influenció
la manera de pensar de sectores de la pequeña burguesía como
los Duarte.
En España, todo comenzó con un conflicto
desmoralizador entre realistas y liberales en la península ibérica,
lo que hoy se conoce como el Trienio Liberal, 1820-1823. Sin embargo,
los eventos de la separación de 1821 en Santo Domingo fueron diferentes a los
del resto del continente, ya que fueron de corta duración. Aunque el gobierno
de Núñez de Cáceres pidió apoyo del nuevo gobierno republicano de Simón Bolívar,
su petición fue ignorada, dados los conflictos internos en la Gran Colombia.
Los historiadores han llamado a este breve episodio
de la historia dominicana como la Independencia
Efímera. Este suceso culminó con la casi inmediata ocupación
haitiana por el ejército del presidente haitiano Jean Pierre Boyer el 9 de febrero de
1822.
Ocupación haitiana
El presidente haitiano Jean Pierre Boyer envió un
ejército invasor que ocupó la parte oriental de «La Española». Los haitianos
abolieron la esclavitud de una vez por todas, ocupando Santo Domingo de manera
oficial y unificándolo con Haití. Las pugnas entre Boyer y la élite de la
antigua provincia española provocaron la migración masiva de muchos sectores,
entre ellos los colonos.
Algunos sectores de la parte oriental aspiraban a mantener la parte oriental de
la isla en manos de las potencias imperiales europeas como manera de
salvaguardarse del peligro que para ellos significaba la presencia haitiana. La
ocupación provocó el debilitamiento de la élite provincial y los sectores
burgueses que entraron en componenda con las autoridades haitianas se
constituyeron en la nueva clase dominante.
Por otro lado, el 6 de enero de 1823, Boyer decretó
el reclutamiento en el ejército haitiano de todos los jóvenes entre 16 y 25
años. Dicha medida hizo que la Universidad Santo Tomás de Aquino, perdiera sus
estudiantes y por ende tuviera que cerrar sus puertas. El 14 de noviembre de
1824, Boyer estableció el francés como idioma oficial, único y obligatorio en
los actos de los tribunales, del estado civil y de los notarios públicos en
toda la isla.
Después de haber viajado gran parte de Europa por
cuestiones académicas entre 1828 y 1831, y de haber entrado en contacto con
la Revolución de Julio,
Duarte regresó a Santo Domingo decidido a iniciar un movimiento revolucionario.
Lucha por la independencia
Fundación de La Trinitaria
El 16 de julio de 1838 Duarte fundó una sociedad
secreta a la cual llamó La Trinitaria,
que ayudó a socavar la ocupación haitiana. Algunos de sus primeros miembros
incluyeron: Juan Isidro Pérez, Pedro Alejandro Pina, Jacinto de la Concha, Félix María Ruiz, José María Serra de Castro, Benito González, Felipe Alfáu y Juan Nepomuceno Ravelo (más adelante
se unirían Francisco del Rosario Sánchez y Matías Ramón Mella, adquiriendo un rol
protagónico junto a Duarte).
Los trinitarios hacían su trabajo político a partir
de una estructura celular clandestina que funcionaba similar a una logia
masónica. Los iniciados hacían el juramento de luchar por la independencia de
la República Dominicana bajo el lema "Dios, Patria y Libertad".
En 1840 para sus actividades públicas constituyeron
otra sociedad llamada La Filantrópica, que llevaba por lema "Paz,
unión y amistad", y tenía una presencia más pública, tratando de
difundir las ideas veladas de liberación a través de escenarios teatrales.
Entre las obras que se llegaron a representar están: "Roma Libre"
del dramaturgo italiano Vittorio
Alfieri, "La viuda de Padilla" de Francisco Martínez de la Rosa, "Un
día del año 23 en Cádiz" de Eugenio de
Ochoa, entre otras. Luego de varios intentos fallidos, los
trinitarios no se sentían conformes y fundaron La Dramática. En
esta tercera sociedad, todos los trinitarios se dedicaron a la actuación.
En 1842, Duarte se convirtió en oficial de alto
rango de la Guardia Nacional Haitiana. En ese entonces el régimen impuesto por
Boyer había pasado de ser un gobierno liberal y progresista a convertirse en
uno absolutista en medio de graves problemas económicos y fuerte resistencia
interna en la parte occidental de la isla. Los trinitarios, se unieron al
movimiento revolucionario reformista haitiano denominado La Reforma que
terminó por derrocar a la dictadura de Boyer en febrero de 1843, colocando a
Charles Hérard en la presidencia de Haití.
Duarte encabezó dicho movimiento en la Ciudad de
Santo Domingo convirtiéndose en el líder político principal en ese momento. No
obstante, las actividades separatistas de los trinitarios fueron delatadas y el
nuevo presidente Charles Hérard encabezó la ocupación militar de los
departamentos del Cibao y Ozama con el objetivo de desarticular el movimiento
separatista.
Primer exilio y declaración
de independencia
En 1843, en pleno preparativo para
organizar el movimiento de separación, Duarte tiene que abandonar Haití de
manera clandestina hacia Curazao por
su conducta insurgente, donde le sorprende la noticia de la muerte de su padre
el 25 de noviembre de ese año. Entonces, Duarte le indica a su madre vender el
negocio familiar para financiar la revolución separatista, a lo que su madre se
opone en un principio.
En su ausencia, Francisco del Rosario Sánchez tuvo
que tomar las riendas del movimiento separatista y realizar una alianza con el
sector conservador encabezado por Tomás Bobadilla y Briones y Buenaventura Báez, surgiendo el Manifiesto del 16 de enero de 1844.
Todo esto, junto con la ayuda de muchos que querían librarse de los haitianos
que gobernaban sobre los dominicanos condujo a la proclamación de la independencia el 27 de febrero de
1844.
Regreso: primera
constitución dominicana
Juan Pablo Duarte arribó a Santo Domingo el 15 de
marzo de 1844, días después de declarada la separación del país, cargado con
las armas que había comprado en Curazao con el dinero de su propia familia y
siendo recibido apoteósicamente como Padre de la Patria . De
inmediato, fue designado general del ejército y vocal de la Junta Central que gobernaba la
naciente república. Esta junta tuvo también como finalidad la designación del
primer gobernante de la nación. Aunque Duarte fue apoyado por muchos como
candidato a la presidencia y Mella incluso lo declaró presidente, Duarte
declinó argumentando que solo aceptaría el cargo por la elección mayoritaria de
los dominicanos, lo que determinó para que más tarde Tomás Bobadilla asumiera
el cargo.
Diferencias con Santana:
segundo exilio.
El 26 de mayo de 1844, Tomás Bobadilla, jurista,
primer gobernador de la nueva Junta y un poderoso representante de los
intereses de la mayoría burguesa que apoyaba la separación, propuso convertir
la recién creada república en un protectorado de
Francia. El sector afrancesado liderado por Bobadilla se
había adueñado del poder y tenía mayoría en la recién creada Junta Central
Gubernativa.
El 9 de junio, Duarte encabezó junto a Francisco del Rosario Sánchez un golpe de
estado que destituyó a Bobadilla y sustituyó los miembros
afrancesados de la Junta Central por otros liberales. Esta nueva Junta, ahora
encabezada por Francisco del Rosario Sánchez, envió a
Duarte y a Ramón Matías Mella a la región norte a
conseguir apoyo. En julio, el ejército del norte proclamó a Duarte como
presidente. A pesar de que Duarte no aceptó, Pedro Santana protestó
y, apoyándose en el ejército del sur, entró a Santo Domingo y disolvió la Junta
que presidía Francisco del Rosario Sánchez, creando
otra.
En agosto, Pedro Santana dispuso
el apresamiento de Duarte, quien se rehusaba reincorporarse España. Sin
embargo, se dejó apresar para evitar una guerra civil que
pudiera ser aprovechada por los haitianos y el 10 de septiembre, Pedro Santana declaró
a Juan Pablo Duarte, Francisco del Rosario Sánchez, Ramón Matías Mella y otros liberales
masones separatistas como "traidores a la Patria" enviándolos al
exilio en Hamburgo.
Tras una breve estancia de en Hamburgo, el 30 de noviembre Duarte se trasladó
a La Guaira, Venezuela donde
su familia completa, ahora sumida en la miseria, también había sido desterrada
por Santana.
En febrero de 1845, estando en Caracas, recibió la
noticia del fusilamiento de María Trinidad Sánchez. Asumiéndose
culpable de esta muerte, y rechazando la idea de alentar una guerra civil,
Duarte desapareció de la vida pública, internándose en la selva venezolana.
Después de escribir su libro La cartera del Proscripto se
radicó en la ciudad de Angostura,
perdiendo todo contacto con amigos y familiares por más de quince años.
En 1861, debido una vez más a las invasiones
haitianas, el desorden interno, y problemas de gobiernos pasados, Santana
reincorporó a la nueva nación a España para volverse de nuevo la Provincia
Española de Santo Domingo (etapa conocida como la Anexión a España). Por
esta acción, fue galardonado con el título de Marqués de Las Carreras por la
reina Isabel II. Al año siguiente en 1862, Duarte
reapareció en Caracas para organizar junto a su hermano Vicente Celestino una
pequeña expedición.
El 24 de marzo de 1864, Duarte regresó a la
Provincia de Santo Domingo para ponerse a las órdenes del gobierno en armas
de Santiago de los Caballeros. Este gobierno
decidió nombrarlo su representante en el exterior con la misión de obtener
apoyo de Venezuela y los demás países en la lucha militar contra la guerra
civil.
Último exilio, muerte,
legado y honores
El 7 de junio de 1864, Duarte fue enviado como
cónsul al exterior con el objetivo de recolectar fondos para la causa
separatista. Esta misión terminó por convertirse en otra especie de exilio,
aunque no se puede afirmar que esa fuera la intención del gobierno de Santiago
de los Caballeros.
A Duarte le fue ofrecida una pensión honorífica que
fue incumplida y se quedó a vivir en Venezuela,
donde fue bien recibido junto a su familia, subsistiendo de ingresos
provenientes de una fábrica de velas. Duarte se quedó a vivir con su familia en
la ciudad de Caracas hasta su fallecimiento el 15 de julio de 1876.
A pesar de que el presidente Ignacio María González le
pidió que regresara, Duarte se sintió a gusto en Venezuela. Sus restos fueron
trasladados a suelo dominicano en 1884 por el gobierno de Ulises
Heureaux, quien lo declaró Padre de la Patria junto a Francisco del
Rosario Sánchez y Matías Ramón Mella. En 1944, los restos de los tres héroes
nacionales fueron sepultados en el Altar de la Patria, donde se encuentran hoy en
día.
Duarte sentó las bases para el advenimiento de
una República que como estado democrático garantizara la
igualdad de oportunidades y la libertad de sus ciudadanos.
Los viajes de estudios que realizó a Europa en su
adolescencia, lo pusieron en contacto con las ideales liberales de la Revolución Francesa, lo que influyó mucho en
sus actitudes posteriores en las luchas independentistas. Una de sus frases más
emblemáticas fue sin lugar a dudas ¡Vivir sin patria, es lo mismo que
vivir sin honor!
Se le atribuye, además, ser un precursor del teatro
dominicano, mediante la promoción de eventos teatrales a través de sociedades
como "La Filantrópica" y "La Dramática", con obras alusivas
al ideal de libertad de los dominicanos.
El Pico Duarte,
la montaña más alta del Caribe y
otros lugares de interés llevan su nombre. Su casa natal fue
convertida en un museo. En la misma vivió la familia Duarte-Díez desde su
llegada a Santo Domingo hasta su exilio.
En Union City (Nueva Jersey), una ciudad
colindante con la ciudad de Nueva York, existe un parque llamado Juan
Pablo Duarte Square en su honor. El 26 de enero de 1978, en el 165to.
del nacimiento de Duarte, el Consulado dominicano en esa ciudad, erigió una
estatua en el mismo parque.
En el 2000, el alcalde de Nueva York de ese
entonces Rudolph Giuliani firmó un proyecto de ley
agregando el nombre Juan Pablo Duarte Boulevard a la St.
Nicholas Avenue, designando el tramo de la Décima Avenida y West 162nd
Street hasta la intersección de West 193rd Street y Fort George Hill.
El 24 de febrero de 2011, en conmemoración del
167mo. Aniversario de la Independencia Nacional de la República Dominicana, fue
inaugurada una estatua suya en el Jardim do Campo Grande, frente a las
instalaciones de la embajada de la República Dominicana en Lisboa.
El 26 de enero de 2013 se celebró el bicentenario de
su nacimiento.
Vida privada
La vida personal de Duarte hasta la fecha es tema de
discusión. Se sabe que fue un poeta seguidor del Romanticismo.
También solía tocar la guitarra, el piano y la flauta;
además practicaba esgrima.
Durante su juventud Duarte mantuvo varias relaciones
amorosas. La primera relación la sostuvo con María Antonia Bobadilla, la cual
terminó años después por razones desconocidas. Años después, Duarte se enamoró
de Prudencia “Nona” Lluberes, descendiente de catalanes con
quien llegó a formalizar una relación que se vio interrumpida debido a su
destierro y su posterior padecimiento de tuberculosis.
Las fechas en las que Duarte mantuvo estas relaciones no se conocen, dada la
imprecisión sobre su vida privada y a los últimos años de su vida en el exilio.
También algunos historiadores certifican que tuvo un hijo durante su estadía en
Venezuela con una mujer llamada Marcela Mercedes.
Controversias
En torno a la figura de Duarte se han generado
diversas controversias y teorías conspirativas, promovidas principalmente por
grupos minoristas anti-duartianos y promotores de la unificación de la
isla La Española y sus dos países: Haití y República Dominicana. En ninguno de estos
casos de controversia o de teorías conspirativas se tiene ningún sustento
histórico y por el contrario, se tienen referencias irrefutables en la mayoría
de los casos lo que convierte en una tarea fácil desmontar estas ideas erradas
y mal infundadas. Aquí se enumeran una breve lista de los sucesos
"controvertidos" más relevantes y sus respectivas explicaciones
históricas.
Duarte se encontraba en el exilio en 1844, justo en
el momento de proclamar la independencia dominicana, por lo que algunas
personas afirman que este no merece ser incluido como uno de los Padres
de la Patria.18El
catedrático de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, Paulino Ramos, quien
además es miembro de la Academia Dominicana de la Historia desmintió
esta teoría diciendo "Si salió del país fue porque se tenía como
cierto que, de ser apresado, el movimiento podía fracasar", dando a
entender que Duarte utilizó su viaje a Curazao en
ese momento como estrategia y no por cobardía como se insinuó.
Durante cincuenta años posteriores a la Independencia de la República
Dominicana y de los sucesos posteriores como la Guerra de la Restauración existió un
acalorado debate sobre quién o quiénes deberían de considerarse como
"padres de la patria", "padres fundadores" o los líderes de
la independencia. No se lograba un consenso entre los principales líderes Juan
Pablo Duarte, Francisco del Rosario Sánchez y Ramón Matías Mella sobre cuál de
los tres debía de considerarse como el líder de la gesta independentista, inclusive
estos debates escalaron a conflictos armados. En vista de la situación y con la
intención de terminar el debate de una vez y por todas el presidente Ulises
Heureaux proclamó el 11 de abril de 1894 una ley aprobada
en el Congreso Nacional mediante la resolución 3392 que establecía que los
padres de la patria eran "Duarte, Sánchez y Mella" poniendo fin a
cincuenta años de acalorados e intensos debates.
En los últimos años grupos radicales
anti-independentistas y a favor de la unificación de República Dominicana y Haití 2021
que buscan la unificación de la República Dominicana con la Haití han
desarrollado una campaña buscando generar controversias en torno a las figuras
de los padres de la patria dominicana y las gestas de independencia,
restauración y otras luchas sociales.
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